Es una isla “pequeña y llana y si las predicciones del cambio climático son correctas, especialmente en lo que respecta al aumento del nivel del mar, un tercio de la isla podría ya no quedar disponible para el tipo de cosas para que la usamos hoy”, dijo a IPS el biólogo marino John Mussington.
La vieja práctica de remover arena de la isla solo ha agravado el problema, añadió.
“Cuando uno saca arena del sistema, esta se moverá de otro lugar para reemplazar el faltante. Por lo tanto, la cantidad de arena trasladada en Barbuda a lo largo de los años ha tenido un impacto en nuestras costas”, explicó.
“Ya hemos acelerado la erosión (de la costa) por el aumento del nivel del mar, y a eso se le añade que estamos sacando arena del sistema. Entonces, esas hermosas playas que había de norte a sur, la mayoría de las cuales hace 10 años tenían árboles de uvas playeras y cocoteros, ya no están más, y vemos el colapso de la vegetación en el agua”, indicó.
En julio de 2011, Barbuda rebautizó a una de sus playas como “Princesa Diana de Gales”, en honor a esa fallecida celebridad británica que la visitaba asiduamente.
Mussington alertó que la isla podría perder esa playa, así como otras que son importante imán del turismo, el sector que más contribuye a la economía.
Brian Cooper, director del Grupo de Conciencia Ambiental de Antigua y Barbuda, señaló que ambas islas estaban sufriendo eventos climáticos extremos, una de las consecuencias del recalentamiento planetario.
Cooper dijo a IPS que los eventos climáticos extremos causaban daños económicos, desestabilizaban a la agricultura y generaban trauma en la población.
“Antes que nada tenemos que ver nuestra agricultura y nuestro suministro de alimentos, porque por la forma en que va el mundo y la forma en que crece la población, si esas predicciones sobre el cambio climático se concretan, muchas áreas productoras del planeta se verán afectadas”, dijo.
“Creo que necesitamos tomar muy en serio nuestra producción de alimentos, y para mí eso significa que tenemos que reconsiderar toda la tierra agrícola que estamos destinando a la construcción de viviendas”, dijo.
Para Cooper, también se necesita cuidar el suministro de agua para la agricultura, porque si se prolongan las sequías, eso afectará la producción alimentaria.
Para más información:
http://www.ipsnoticias.net/2012/11/la-pequena-barbuda-le-teme-a-un-clima-cada-vez-mas-hostil/